A parte de la impresionante pincelada de actualidad con la
que concluye el audiovisual de la planta baja del Museo de
Zugarramurdi, el visitante, al recorrerlo, hace un viaje a
través del tiempo. Retrocede al pasado de este rincón de
Navarra, a su historia, mitología y creencias.
Sin embargo al llegar a la última planta, vuelve a entrar en
el presente, y pasa del relato al testimonio vivo de lo
contemporáneo. Entra en un espacio dedicado a exponer
arte creado en Zugarramurdi en la actualidad; en este
caso, obras empapadas en la experiencia que supone para
mí trabajar y vivir en la localidad, obras hijas de
la energía sutil que recorre este lugar tan increíble.
Este museo dedicado a facilitar al gran público la
comprensión de unos hechos muy complejos, de las
razones por las que se dieron y las personas y culturas que
se vieron afectadas, ha sabido también, desde su dirección,
contagiarse de lo actual, cediendo un espacio estable al
poco habitual lenguaje artístico, apostando por la alquimia
transformadora que resulta ser la creación artística, con la
vocación de entender y transmitir que, no en vano,
SORgina y SORtzaile (creador/a) se nutren de la misma raíz
SOR= CREAR / NACER
Gracias.
Agurtzane Anduetza